lunes, 24 de septiembre de 2007

EN EL RITZ SE JUEGA AL RISK

Juan José Sanchis se veía imperial, con su mejor traje italiano y su corbata azul marino, con un pequeño escudo de la corona regalo de (no podemos decir quién, por no buscarnos un problema con la Moncloa).
- Disculpe que no me levante, la gota me está matando – el Rey hizo un pequeño ademán de levantarse.
- No se preocupe, no he padecido esa enfermedad pero mi suegro sí, y es bastante dolorosa, me hago cargo – contestó Juan José, rápidamente.

Antón L. II rió para si ( en festoniano, que viene a ser un dialecto del ruso pero con más diéresis de las normales) sobre algún chiste privado que sólo entendía él.
Desde luego Juanjo no le hubiese entendido, pero eso no suponía ningún problema. Él sabía que lo de ser Conde era un título que le proporcionaría cierto nivel, el Condado que fuese, sería digno de representante de cualquier lugar en la Tierra.

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